Se preguntó un día a un filósofo árabe:
" ¿Cómo has conseguido tanta sabiduría?"
A lo que respondió:
" Con una lengua que sabía preguntar
y un corazón
que se esforzaba
en comprender..."
Querida Jacquelin, es ciero que, a veces, no sabemos preguntar lo que deseamos saber y no nos esforzamos por comprender, así nos vá, siendo unos pobres ignorantes, pero le ponemos voluntad y éso puede ser un buén principio. Saludos.
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