lunes, 14 de diciembre de 2009

Noche de Ilusión

He oído a lo lejos un sonar de tambores , me puse de pie y no logré ver nada, sin embargo el sonido en aumento anunciaba la proximidad del acontecimiento. ¡Un gran acontecimiento ! la Cabalgata de los Reyes Magos, y yo como siempre, sin escribir mi carta, en eso
no he cambiado con el transcurrir de los años, sigue gustándome que la vida me sorprenda; quizás porque los Reyes siempre me dejaron algo, o porque es más cómodo. Para este año sigo con el mismo deseo. ¡Sorpresa, sorpresa, sorpresa...! y capacidad para sorprenderme, porque a esta altura de la vida, la capacidad que más se merma es la de sorprendernos.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Sentada en el Sendero

Sentada en el sendero esperé, y tú no llegaste,
llegaron los sueños, y tú no soñaste,
llegó el miedo, tú no temblaste,
llegaron las dudas, tú no dudaste,
pasaron las noches, y tú no pasaste,
pasó mi tren, decidí no esperarte.

lunes, 23 de noviembre de 2009

REENCUENTRO

Miraba a lo lejos, distraido, absorto, su mirada fija en un punto lejano del horizonte. Lucía por más que dirigía su mirada hacía el punto en que Carlos parecía que miraba, no conseguía encontrar nada que mereciera tanta admiración, ni siquiera atención.
En aquel lugar estaban las mismas cosas de siempre, hasta las nubes eran o parecían las mismas, el mismo color, las mismas formas, el viejo roble junto al camino invitando al caminante a descansar bajo su sombra, el tío Benito con su rebaño de ovejas camino de su cabaña; escenas que se repetían todos los días a la misma hora. Buscó en su memoria algún día de invierno en que a las cinco en punto de la tarde, el tío Benito no hubiera pasado, fue imposible, no pudo encontrar en sus recuerdos ni siquiera un día en el que se retrasase unos minutos, tanto adentró su pensamiento que quiso recordar como su madre saludaba todos los días al tío Benito a su paso por el lugar a las cinco en punto de la tarde, estando ella aún en el seno materno.
Volvió la mirada hacía Carlos, allí seguía ensimismado, sin que ella supiera en qué, dio unos pasos para aproximársele cuando un leve silbido la hizo detenerse en seco, al mismo tiempo Carlos se volvía como si hubiera saltado un resorte, quedando los dos frente a frente, se repitió el mismo sonido, ahora como un susurro, entraba por sus oídos e iba impregnando el aire como si de un aroma se tratara; el susurro fue tomando cada vez más intensidad y se oyeron claramente dos palabras que alternaban su repetición con intervalos de segundos; sus miradas se cruzaron y en ellas se leía la misma pregunta: ¿no es posible?. No, no era posible que al cabo casi , no recordaba ya cuantos años sus nombres fueran repetidos por el Eco sin que ellos hubieran dicho ni siquiera una sola palabra. Seguían en el mismo sitio, unos metros los separaban, sin embargo entre ellos la distancia era tan enorme que sólo el Eco conseguía su aproximación con la repetición de sus nombres, que se oía cada vez más fuerte y se extendía por todo el valle, elevándose hasta llegar a la montaña donde ellos se encontraban y que tiempo atrás visitaban a menudo para contemplar la maravillosa vista que ofrecía el paisaje, e imaginaban que como pájaros lo sobrevolaban. Pero entonces no lo hacían por separado como en estos momentos, entonces sus espíritus estaban tan unidos que todo era compartido, como si de uno solo se tratara. Pero de eso hacía tanto...que casi no podía recordar qué les había separado, no físicamente, sino el ser interior que llevamos cada uno consigo. Sus nombres se introdujeron por sus oídos e iba recorriendo todo el interior de sus cuerpos, hasta que no quedó ni una sola célula en la que no estuviera grabado: Carlos-Lucía, Lucía - Carlos.
Se levantó una ligera brisa y actuó sobre ellos como si de una pantalla de rayos X se tratara, sus pensamientos quedaron al descubierto y cada uno pudo ver en el otro lo que sentía en ese momento. Seguía resonando en sus oídos la voz del Eco que repetía sus nombres como en antaño, ¡sus pensamientos!, sintieron un escalofrío que les recorrió todo su ser y, sin saber como se mezclaron, surgió un solo color con dos matices, una sola idea con dos puntos de vista, un solo objetivo con dos forma de actuación.
Siempre creyeron que eran dos almas gemelas, por eso cuando el tiempo le fue quitando y poniendo a cada uno lo que era suyo, se fueron refugiando cada uno en su caparazón hasta convertirse en dos auténticos extraños.

En el horizonte se vislumbraba la puesta de sol más maravillosa que jamás habían visto.




domingo, 22 de noviembre de 2009

HOLA, SIEMPRE ME GUSTARON LOS CUENTA- CUENTOS, Y HE DECIDIDO CONVERTIRME EN UNO DE ELLOS, ASÍ QUE SI OS APETECE DE VEZ EN CUANDO OS CONTARÉ ALGUNO.